Ahora que llega el verano, que los días son más largos, que disponemos de más tiempo libre, vamos a aprovecharlo y a dedicarlo a ser ordenados. Con esto no me refiero a dejar de disfrutar de esas vacaciones tan merecidas, del tiempo que dedicamos al paseo, ocio, siesta... Me refiero a esas pequeñas cosas que dejamos para luego. ¿A qué alguna vez has buscado una cosa y no la has encontrado? o bien ha llegado un invitado a casa y sin más has abierto un cajón buscando lo que te pide y te has sonrojado... eso es porque no estaba ordenado.
Pues bien las razones que yo os presento para poneros manos a la obra son:
- Orden y limpieza.
- Aroma.
- Accesibilidad.
- Tranquilidad en uno mismo.
- Poder enviar a alguien a buscar cualquier prenda que necesitas.
Pero antes de ponernos a ordenar tenemos que pensar en la utilidad que le vamos a dar al cajón, por ejemplo: la primera regla en cocina es "los utensilios que trabajan juntos deben vivir juntos". También hay que vaciar el cajón para calcular el espacio disponible y pensar en su accesibilidad, es decir, en los primeros cajones colocaremos aquello que más utilicemos y en los últimos lo que menos.
Una vez dicho esto explicaré las razones:
En primer lugar orden y limpieza, es importante no dejar las cosas por ahí, hay que guardarlas y de forma ordenada. Para ello, necesitas un mueble dónde guardar las cosas sin que te suponga mucho esfuerzo, lo digo porque hay hábitos, que si se incorporan a nuestras rutinas son sencillos de aplicar y al final si se llevan a cabo de forma automática, esos gestos te garantizarán el orden y el cuidado por las cosas. En cuanto a la limpieza mi recomendación es fácil, basta con pasarle un paño húmedo para no mover el polvo y no esparcirlo.
En segundo lugar el aroma, es importante porque cuando compramos un mueble nos encanta abrir los cajones y tener ese olor a nuevo, ¿verdad?, pero pronto desaparecerá. Si nos gusta abrir los cajones y percibir un buen aroma, sobre todo en los cajones dónde guardamos la ropa, podemos poner una bolsita con flores secas, o un perfume que se nos haya terminado, eso sí, envuelto en un trozo de tela para que no pueda manchar la ropa delicada o hasta dejar una pastilla de jabón de manos.
En tercer lugar la accesibilidad, todos los pasos anteriores irán dando forma al orden, pero si somos cuidadosos, podremos utilizar tantos organizadores como hay en el mercado, me refiero a miles de cajitas decoradas, separadores especiales para cajones, que puedes comprar o hacer DIY "tu mismo" para tener las cosas en su sitio y para que te faciliten al máximo la tarea de guardar.
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Es verdad que el orden relaja tu mente, hay estudios de inteligencia emocional que lo dicen y yo te invito a probarlo, abrir un cajón y tener todo en su sitio despierta en ti una sonrisa, riete...pero te relaja, te da tranquilidad.
En último lugar hablaros de una anécdota cuotidiana, poder enviar a alguien a por una prenda que necesitas. Imagina el momento ducha, necesitas una prenda olvidada, y le dices a alguien que está cerca: "tráeme... que está en el primer cajón de la mesita de noche" y la respuesta siempre es "no lo veo", ¿no es cierto?
Sí amigo/a la culpa es tuya por no ordenar...
Sí amigo/a la culpa es tuya por no ordenar...
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